Paula Fiori
Obras de marmolado sobre papel y telas
Colores en movimiento, papel 35x55cm.
Sumergirme en las aguas coloridas, danzantes, cambiantes, producidas por Paula Fiori, hacen que el deleite y disfrute visual se conjugue al razonamiento del proceso de producción: ¿arte o artesanía? ¿Oficio-artesano-artista? ¿Cuáles son los límites que tienen uno o el otro? ¿Dónde se desmiembra lo estético de lo utilitario, dónde la creatividad en ciernes es clara, palpable? ¿Por qué los rótulos?
En palabras de Octavio Paz, no se puede deslindar la belleza de su función, ¿o sí? Pues este no es el caso, porque sabemos que éstos nacieron siendo papeles marmolados. Si, por el contrario, estas obras fueran observadas desde una perspectiva neutra –sin consignas, sin textos explicativos–, podríamos considerarlos pinturas abstractas, en donde el juego de formas aglutinadas y aglutinantes se unen y dispersan configurando nuevas formas, nuevos espacios, donde el color es lo predominante.
Observar estas piezas me interpelan a bucear en la representación del color, de la emoción que lo originó, de los sentimientos cargados en cada uno de los movimientos necesarios para su concreción. A través del oficio, sí, pero para movilizar nuestros sentidos, cruzar el puente que existe con su función utilitaria en beneficio de la imaginación, el sentimiento, la emoción o el capricho del hacedor.
Imagen 2: Secuencia de piedras, tela, 35×50 cm
Porque a aquel lo llamamos artista, y su producción Arte, si es un trabajador de las Artes, donde con oficio pone en colores, formas y texturas su sentir, su concepto de la vida.
Entonces, la cuestión a descifrar es: ¿Dónde está escrito que estos papeles marmolados no son Arte?
Para mí –las fuerzas artísticas que me nutrieron y las que surgieron del fuero más interior– son la pura expresión de Arte con oficio, que puede ser utilizado más allá de su materia, a pesar de que dicha característica no lo haga taxativo.
Disfruto de las obras abstractas tal y como concibo al Arte Abstracto: todo aquello que prescinde de la representación de un tema o un asunto figurativo y lo sustituye por un lenguaje visual autónomo, con significado propio; entendiéndose por pintura abstracta aquella que prescinde por completo el objeto, la figura y el cuadro, y se compone mediante la combinación de líneas y colores. Estas obras son el reflejo de ello.
Imagen 3 Gasruo, papel 35x50cm
Aquí también podríamos configurar el cuerpo de sus obras como artesanía contemporánea, siendo ésta la que considera consistente la acción creativa en productos que conservan gran parte del proceso de elaboración artesanal tradicionales, pero que sufren modificaciones para satisfacer nuevas necesidades materiales y espirituales, transformándose en patrimonio cultural. Y si nos extendemos en esa línea de pensamiento, todo arte concebido como tal, nació como artesanía.
Para Paula, su obra nace de Cuando la pintura flota…, pero no lo hace por sí sola: su mano y su espíritu van guiando ese lugar de creación. En esa superficie que sólo es pintura flotando, ella juega, deja librada el alma en sus manos para generar ritmos y formas con colores que reflejan su estar, su ser. Luego, por obra de esa magia que llamamos inspiración, con movimientos certeros y justos, la pintura suspendida se aplaca y se asienta para establecerse como ser en otro lado, ya quieta y apaciguada, con halos y con alas sobre el soporte –bien– elegido sea papel o tela.
Imagen 4: Biológica, papel 35x50cm
Lic Geraldhyne Fernández
Artista Visual. Gestora Cultural. Museóloga. Restauradora de Bienes Culturales, DNI 16199555
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